Cosas que hoy decíamos
Teatro de la Abadía, hasta el 13 de mayo. (coproducción de Teatre Grec 2010 y Sala Beckett).
De Neil LaButte, dirigido por Julio Manrique.
Con Mireia Aixalà, Cristina Genebat, Oriol Guinart, Norbert Martínez, Xavier Ricart, Andrew Tarbet, Ernest Villegas
De la fascinación mutua entre un autor y un director ha nacido este texto. Neil LaButte y Julio Manrique se conocieron cuando éste adaptó para el Lliure de Barcelona La forma de las cosas y desde entonces han compartido cursos, seminarios y experiencias. Toda esta amistad y relación profesional cuajó en esta obra, que fue escrita en colaboración estrecha entre unos actores, un director y un autor que tienen una manera muy parecida de entender el teatro: elegante, resolutiva y contemporánea. Aquí se trata de pequeñas obritas con sus actos y pausas inperceptibles que tienen en comun suceder en establecimientos de hostelería. Si Stephen Sondheim es el gran psicólogo del siglo XX con permiso de Woody Allen, creo que Neil LaButte está entre los candidatos a descuartizar el alma humana en el siglo XXI.
Todos tenemos una Medea, un Othello, o una drag queen dentro nuestro esperando a que se den las circunstancias para que estos personajes afloren. Las personas más normales, como las que comen en la mesa de al lado en nuestro restaurante, pueden ser protagonistas de tragedias (o comedias, que se puede reir mucho en esta obra) de dimensiones descomunales si la misma vida cotidiana nos hace caer en sus excepciones y particularidades.
Mención especial merecen la escenografía de Lluc Castells, efectiva y al servicio del texto, como debe ser, y el actor Oriol Guinart (aunque todos esten espléndidos), por la vuelta de tuerca de su personaje, algo parecido al Dwayne de Little Miss Sunshine pero mejor todavía.
De Neil LaButte, dirigido por Julio Manrique.
Con Mireia Aixalà, Cristina Genebat, Oriol Guinart, Norbert Martínez, Xavier Ricart, Andrew Tarbet, Ernest Villegas
De la fascinación mutua entre un autor y un director ha nacido este texto. Neil LaButte y Julio Manrique se conocieron cuando éste adaptó para el Lliure de Barcelona La forma de las cosas y desde entonces han compartido cursos, seminarios y experiencias. Toda esta amistad y relación profesional cuajó en esta obra, que fue escrita en colaboración estrecha entre unos actores, un director y un autor que tienen una manera muy parecida de entender el teatro: elegante, resolutiva y contemporánea. Aquí se trata de pequeñas obritas con sus actos y pausas inperceptibles que tienen en comun suceder en establecimientos de hostelería. Si Stephen Sondheim es el gran psicólogo del siglo XX con permiso de Woody Allen, creo que Neil LaButte está entre los candidatos a descuartizar el alma humana en el siglo XXI.
Todos tenemos una Medea, un Othello, o una drag queen dentro nuestro esperando a que se den las circunstancias para que estos personajes afloren. Las personas más normales, como las que comen en la mesa de al lado en nuestro restaurante, pueden ser protagonistas de tragedias (o comedias, que se puede reir mucho en esta obra) de dimensiones descomunales si la misma vida cotidiana nos hace caer en sus excepciones y particularidades.
Mención especial merecen la escenografía de Lluc Castells, efectiva y al servicio del texto, como debe ser, y el actor Oriol Guinart (aunque todos esten espléndidos), por la vuelta de tuerca de su personaje, algo parecido al Dwayne de Little Miss Sunshine pero mejor todavía.
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