Pedro de Urdemalas
De Miguel de Cervantes
Con Cristina Arias, David Castillo, Jimmy Castro, Carolina Herrera, Natalia Huarte, Aleix Melé, Silvana Navas, Kev de la Rosa, Daniel Alonso, Sara Sánchez y David Soto (Compañia Joven del Teatro Clásico)
Versión de Jerónimo López Mozo
Dirección de Dennis Rafter
Teatro de la Comedia, Madrid
Pedro de Urdemalas es una de las comedias menos representadas de Cervantes y sin embargo muy divertida y original. Recupera en ella a un personaje del imaginario popular de la época, un pícaro llamado Pedro de Urdemalas, de origen humilde (Yo soy hijo de la piedra, / que padre no conocí..) para redimirlo de alguna manera, mostrando simpatía y nobleza en sus actos e integrandolo al final en una compañía de teatro, donde podrá ver realizados sus sueños de ser todo lo que aspiraba: (Ya podré ser patriarca, / pontífice y estudiante, / emperador y monarca, / que el oficio de estudiante / todos estados abarca...) Como el propio Quijote, fuerza el género que habita jugando al metateatro y experimenta con personajes ya conocidos con gran habilidad y un sentido del humor muy moderno y que no se nos hace extemporáneo en ningún momento.
En esta adaptación se le da una nueva vuelta de tuerca al texto, que empieza aquí con un Cervantes que no se inspira del todo para escribir el Quijote y le van apareciendo, a modo de visiones fantasmales que se transforman en musas, personajes variados de sus entremeses, como pícaros, gitanos, reyes mujeriegos, gente del campo, y otros perfectamente reconocibles en esa España que no se diferencia tanto de la actual, para bien y para mal, que le sugieren escribir una nueva comedia con ellos.
Una pérdida de respeto al original muy sana y muy gamberra, con la que nos reimos mucho y lo pasamos muy bien. Hay mucho más, por supuesto: grandes interpretaciones de todo el elenco, melodías modernas que se alternan con la música de la época, elementos de clown, interferencias de Lope de Vega y de otros, danza contemporánea, cambios de personaje en escena mágicos, texto nuevo que no se nota para acortar la versión, ...
Y sobretodo unas ganas de pasarlo bien y de disfrutar que se contagian desde el escenario a la grada. Hacen falta más aproximaciones a los clásicos con esta mirada novedosa. Muy bien.
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