d’Vijff Vlieghen (las cinco moscas)
Actualización: Agosto 2006
Lugar: Amsterdam
Dirección: Spuistraat 294-302. Muy cerquita del Dam y de la Plaza Rembrandt. En el centro, vamos. Tel: (31) 205304060.
Especialidad: Cocina holandesa
Lo mejor: Es difícil, en Amsterdam, encontrar un restaurante de comida típica holandesa. Por otra parte tiene un ambiente antiguo que lo hace único: salones irregulares (se trata de cinco casitas del siglo de oro, frente a un canal, unidas entre sí), con decoraciones diferentes y grabados y objetos de época. Curiosamente, fue una destilería durante mucho tiempo y no fue hasta mediados del siglo pasado que empezó a ofrecer comidas.
Lo peor: Toda esta parte museística y antigua se paga, un poco a la manera del Lhardy de Madrid, en dinero y en gravedad en el servicio.
Hay que probar: Como uno no tiene ni idea de lo que le pueden servir, es bueno apuntarse a un menú degustación que vale 50 € y que resume la carta bastante bien.
¿Qué es lo divertido del sitio? Sus rincones de historia, y descubrir los famosos que han pasado por ahí, algunos de los cuales tienen una silla dedicada.
¿Qué tiene que no tienen los otros? Es autóctono y tradicional en una ciudad muy abierta y cosmopolita.
Ideal para: Despedirse de esa bella ciudad. Pero nunca para siempre…
Precio orientativo: 50 €. Debemos decir que se pueden ahorrar fácilmente comiendo en otros sitios los demás días de nuestra estancia: Los supermercados ofrecen excelente comida preparada y hay miles de sitios de comida internacional económica. Así pues recomendamos encarecidamente este lugar pese a su precio aparentemente elevado.
Lugar: Amsterdam
Dirección: Spuistraat 294-302. Muy cerquita del Dam y de la Plaza Rembrandt. En el centro, vamos. Tel: (31) 205304060.
Especialidad: Cocina holandesa
Lo mejor: Es difícil, en Amsterdam, encontrar un restaurante de comida típica holandesa. Por otra parte tiene un ambiente antiguo que lo hace único: salones irregulares (se trata de cinco casitas del siglo de oro, frente a un canal, unidas entre sí), con decoraciones diferentes y grabados y objetos de época. Curiosamente, fue una destilería durante mucho tiempo y no fue hasta mediados del siglo pasado que empezó a ofrecer comidas.
Lo peor: Toda esta parte museística y antigua se paga, un poco a la manera del Lhardy de Madrid, en dinero y en gravedad en el servicio.
Hay que probar: Como uno no tiene ni idea de lo que le pueden servir, es bueno apuntarse a un menú degustación que vale 50 € y que resume la carta bastante bien.
¿Qué es lo divertido del sitio? Sus rincones de historia, y descubrir los famosos que han pasado por ahí, algunos de los cuales tienen una silla dedicada.
¿Qué tiene que no tienen los otros? Es autóctono y tradicional en una ciudad muy abierta y cosmopolita.
Ideal para: Despedirse de esa bella ciudad. Pero nunca para siempre…
Precio orientativo: 50 €. Debemos decir que se pueden ahorrar fácilmente comiendo en otros sitios los demás días de nuestra estancia: Los supermercados ofrecen excelente comida preparada y hay miles de sitios de comida internacional económica. Así pues recomendamos encarecidamente este lugar pese a su precio aparentemente elevado.
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