Gargantúa i Pantagruel
Actualización: Diciembre de 2006
Lugar: Barcelona
Dirección: Córcega, 200 (Entre Muntaner y Casanovas, cerca del Hospital Clínico). Tel. 93 453 20 20
Especialidad: La cocina leridana ha evolucionado y son ellos.
Lo mejor: Como decíamos, siguen siendo el mejor escaparate de las tierras de ponent en Barcelona. Han mantenido el buen nombre de los años en que estaban ubicados en la calle Aragón.
Lo peor: El mobiliario parece comprado en uno de esos catálogos horripilantes que regalan los domingos con los periódicos, sección mueble moderno y juvenil. Le da al salón una rigidez y una solemnidad que no se corresponde con lo que tiene que ser una comida, una experiencia placentera.
Hay que probar: Los caracoles son casi obligados pero si no nos gustan podemos escoger coca de recapta, o cualquiera de las carnes.
¿Qué es lo divertido del sitio? Todos los platos, pasados por la contemporaneidad, son debidamente irreconocibles y con formas sorprendentes. Como no tienen menú degustación, lo suyo sería ir varios comensales y probar de todo.
¿Qué tiene que no tienen los otros? Cocina a la vista que casi se puede tocar.
Ideal para: Una celebración familiar.
Precio orientativo: 40 €.
La Conexión Tiquis Miquis: En el local que ocupaba antes el Gargantúa se encuentra ahora el Ca’n Gaig, otro templo de la modernidad gastronómica que comentaremos en breve.
Lugar: Barcelona
Dirección: Córcega, 200 (Entre Muntaner y Casanovas, cerca del Hospital Clínico). Tel. 93 453 20 20
Especialidad: La cocina leridana ha evolucionado y son ellos.
Lo mejor: Como decíamos, siguen siendo el mejor escaparate de las tierras de ponent en Barcelona. Han mantenido el buen nombre de los años en que estaban ubicados en la calle Aragón.
Lo peor: El mobiliario parece comprado en uno de esos catálogos horripilantes que regalan los domingos con los periódicos, sección mueble moderno y juvenil. Le da al salón una rigidez y una solemnidad que no se corresponde con lo que tiene que ser una comida, una experiencia placentera.
Hay que probar: Los caracoles son casi obligados pero si no nos gustan podemos escoger coca de recapta, o cualquiera de las carnes.
¿Qué es lo divertido del sitio? Todos los platos, pasados por la contemporaneidad, son debidamente irreconocibles y con formas sorprendentes. Como no tienen menú degustación, lo suyo sería ir varios comensales y probar de todo.
¿Qué tiene que no tienen los otros? Cocina a la vista que casi se puede tocar.
Ideal para: Una celebración familiar.
Precio orientativo: 40 €.
La Conexión Tiquis Miquis: En el local que ocupaba antes el Gargantúa se encuentra ahora el Ca’n Gaig, otro templo de la modernidad gastronómica que comentaremos en breve.
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