Happy End
Compañía Vaivén Producciones
Autor: Borja Ortiz de Gondra
Elenco: Xabi Donosti, Garbiñe Insausti, Ana Pimenta
Dirección: Iñaki Rikarte
Sala Cuarta Pared, Madrid.
Happy End es una asociación clandestina que se dedica a ayudar a todas aquellas personas que han decidido acabar con su vida, bajo el principio de la solidaridad entre iguales y con un código ético muy estricto, que entra en crisis por culpa del discurso de los brotes verdes y de la recuperación del que tanto hablan los políticos, y que ha hecho mella en la población. Así, la última socia no encuentra quien la ayude a poner fin a sus días, mientras la gestora se las ve y se las desea para encontrar candidatos.
Una comedia negra, en la que se tratan aspectos muy actuales y que de vez en cuando mueve a la reflexión, con algún golpe de efecto y giro argumental que nos hará mantener el interés durante toda la representación. Sin embargo, tiene un tratamiento superficial de los diferentes temas, resulta poco creíble en general y no acaba de transmitir emoción ni empatía con ninguno de los personajes. Lo contemplamos todo el rato desde fuera y no nos metemos dentro de la obra en ningún momento.
Para pasar el rato y nada más.
Autor: Borja Ortiz de Gondra
Elenco: Xabi Donosti, Garbiñe Insausti, Ana Pimenta
Dirección: Iñaki Rikarte
Sala Cuarta Pared, Madrid.
Happy End es una asociación clandestina que se dedica a ayudar a todas aquellas personas que han decidido acabar con su vida, bajo el principio de la solidaridad entre iguales y con un código ético muy estricto, que entra en crisis por culpa del discurso de los brotes verdes y de la recuperación del que tanto hablan los políticos, y que ha hecho mella en la población. Así, la última socia no encuentra quien la ayude a poner fin a sus días, mientras la gestora se las ve y se las desea para encontrar candidatos.
Una comedia negra, en la que se tratan aspectos muy actuales y que de vez en cuando mueve a la reflexión, con algún golpe de efecto y giro argumental que nos hará mantener el interés durante toda la representación. Sin embargo, tiene un tratamiento superficial de los diferentes temas, resulta poco creíble en general y no acaba de transmitir emoción ni empatía con ninguno de los personajes. Lo contemplamos todo el rato desde fuera y no nos metemos dentro de la obra en ningún momento.
Para pasar el rato y nada más.
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