Madre Coraje
De Bertold Brecht
Dirección: Ricardo Iniesta
Matadero, Madrid
La Compañía Atalaya ya nos sorprendió el verano pasado con un estimulante Marat/Sade y ahora tiene el merecido honor de abrir temporada en el Matadero de Madrid, sala de referencia.
Optando otra vez por un clásico del siglo XX, en el que recortan sin perder nada de lo esencial y donde mantienen algunas de las canciones de Paul Dessau que se introdujeron en la versión berlinesa, diez años después de su estreno en 1939, la compañía Atalaya desnuda escenográficamente esta Madre Coraje para dejarnos en lo esencial: el carromato de madre Coraje y una aterradora valla de metal que podría ser la de Melilla o la que muy recientemente se ha completado en Hungría. Aunque se sitúe en la guerra de los treinta años, nos advierte el autor, todas las guerras se parecen lo bastante para que lo que vemos sea un reflejo de cualquier conflicto bélico. Y desgraciadamente el tema de la guerra es muy actual.
Madre Coraje es una parásita del conflicto, comercia y vive gracias a la guerra y bien podría ser hoy en día una metáfora de las mafias que transportan refugiados. Pero como siempre en Brecht, la vida no es en blanco y negro sino en escala de grises, todo personaje positivo tiene su contrapartida y viceversa.
El montaje que hemos visto es en el estilo de la compañía: coral, con un profundo trabajo de equipo y sin más protagonismos que los que otorga el texto. La mayoría de los actores están presentes la mayoría del tiempo en el escenario y los que interpretan varios papeles hacen unos cambios estremecedores e irreconocibles. Sólo Carmen Gallardo, la fantástica Mutter Courage, no cambia de personaje. Y su interpretación toca el cielo en varias ocasiones.
Comentarios