Vida de Galileo
De Bertold Brecht
Versión y dirección de Ernesto Caballero
Notable escenografía: Paco Azorín
Músicos: Javier Coble, Pau Martínez, Kepa Osés
Un Brecht siempre es un Brecht y nos deja buen sabor de boca. En esta ocasión hemos podido asistir a una representación de una de sus últimas obras, que además reescribió y perfeccionó varias veces. Se nos explican muchas cosas de Brecht, en un cuaderno pedagógico que nos brinda el Centro Dramático Nacional, útiles para comprender mejor la obra del dramaturgo alemán en general y este Galileo en particular. Digamos sólo (ya que este blog no puede ni quiere ser un tratado sobre teatro) que éste es quizá el mejor de los ejemplos del teatro épico, un teatro alejado del entretenimiento puro, que invita a pensar y a tomar partido a los espectadores. Para conseguir ese distanciamiento necesario que haga reflexionar al público se utilizan efectos anti-realistas, como por ejemplo la introducción de música, paradas de la acción en las que surge un narrador que explica o recopila los hechos o actores que interpretan papeles diferentes en la misma obra. Todo ello nos recuerda constantemente que estamos viendo una obra de teatro.
En esta versión hay un tour de force que nos encanta y es que el actor principal, el mítico Ramon Fontserè que tantas veces hemos visto en els Joglars, no comparece y el mismísimo Bertold Brecht tendrá que hacer el papel de Galileo. Otra maravilla es la transformación de la platea del Valle Inclán en una palestra redonda y giratoria metáfora de la órbita de los planetas alrededor del sol.
Todo lo demás (resto de intérpretes, dirección de actores, vestuario...) está a la altura de lo que he destacado. No conviene perdérsela.
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