La rosa tatuada

De Tennessee Williams

Con Jordi Collet, Roberto Enríquez, David Fernández “Fabu”, Alba Flores, Gabriela Flores, Ignacio Jiménez, Aitana Sánchez-Gijón, Paloma Tabasco, Ana Vélez. 

Dirigida por Carme Portaceli

Esta versión tendría poco de sorprendente sino fuera por lo sobresaliente del conjunto. En efecto, el universo Tennessee Williams es sobradamente conocido por los amantes del teatro, y la película mítica protagonizada por Burt Lancaster y Anna Magnani contribuyó decididamente a hacer esta historia sureña familiar entre todos nosotros. La historia de una mujer italoamericana que enviuda tras un accidente de camión en el que su marido estaba haciendo contrabando y se recluye en su casa en aras del "qué dirán",  y de cómo enfurece al ver que su hija no se resiste a seguir viviendo, es altamente emotiva y comprendida entre nosotros.

Un texto redondo, de un Tennessee Williams algo tardío y ya con experiencia se une a una directora también muy curtida y a unos actores espléndidos y fabulosos. Ya habíamos visto en los escenarios a Aitana Sánchez Gijón y a Roberto Enríquez, pero me atrevería a decir que están frente a los papeles de sus vidas, recordándonos a Sofía Loren y a Marlon Brando.

Todo se conjuga magistralmente: la escenografía, la dirección, las interpretaciones de jóvenes y mayores. Lo que parece ser una producción de repertorio, de relleno dentro de la programación del Centro Dramático Nacional, va adquiriendo genialidad (ya desde los primeros cinco minutos) y nos absorbe en el sillón sin tregua ni descanso. En resumen, una muy grata velada y un pecado perdérsela.