Mi relación con la comida

de Angélica Liddell
Dirigida e interpretada por Esperanza Pedreño

Teatro del Barrio, Madrid

Esperanza Pedreño lo deja todo perdido: físicamente, pero también emocionalmente, en el Teatro del Barrio de Madrid. 

Este monólogo de la heterodoxa autora ampurdanesa es del 2005, pero que se estrenó el año pasado en el Versus Teatre de Barcelona, cobra mucha más actualidad por tratar del tema de la pobreza desde dentro de ella. Una artista es invitada a comer por otra persona, un productor quizá, que se ha interesado por estrenar su obra de teatro. Empieza explicando por qué comer en sitios opulentos le da asco y a partir de ahí vivimos una auténtica vomitona de verdad, una experiencia de la que los espectadores seremos partícipes y de la que no saldremos indemnes.

Un texto incendiario, en definitiva, del que, por decir algo podríamos criticar su vocación de sermón, de dirigir al espectador hacia donde tiene que pensar. Pero lo hace tan bien y con unas palabras tan bien escogidas, tan brutalmente bellas (por ejemplo en la narración sobre su abuela), que se lo compramos y aceptamos. Tiene algo de teatro de una época, de un clásico.