La asamblea de mujeres
De Aristófanes
Versión: Bernardo Sánchez
Dirección: Juan Echanove
Intérpretes: Lolita, María Galiana, Pastora Vega, Pedro Mari Sánchez, Luis Fernando Alvés, Concha Delgado, Sergio Pazos, Bart Santana y Santiago Crespo
Alguna vez algún lector de mi blog me ha preguntado si no hay funciones que no me gustan cuando voy al teatro, ya que la mayoría de las críticas que hago son elogiosas. Las razones para esto último son varias: procuro ver el lado bueno de las cosas, la experiencia me ayuda a equivocarme pocas veces cuando elijo mis distracciones y la mayor parte de las veces cuando veo algo que me me disgusta me da una pereza enorme escribir sobre ello y quiero olvidarlo cuanto antes. Esta reseña ha estado a punto de no ver la luz.
Dicen que han querido adoptar el estilo de la chirigota gaditana, pero no hay nada de irónico ni de puyas inteligentes que caracterizan el festival carnavalesco. Llegó un momento que perdí la cuenta de las veces que se menciona "puta", "coño", "huevos" y "a tomar por culo". Zafio es poco. Un espectáculo de revista está más elaborado.
Uno se pregunta qué hacen nombres como los de María Galiana o Juan Echanove metidos aquí y no lo consigue entender. Tampoco se entiende que "esto" haya estado en un festival como el de Mérida, a no ser que un reparto de famosillos sea suficiente para llenar las localidades y hacer caja. Otras veces he asistido a funciones que no me han gustado pero he notado que tenían un mínimo de profesionalidad y gracia para gustar a parte del público, pero tampoco lo noté aquí. Un público que parecía disfrutar sólo con la presencia de Lolita (que vampiriza a su propia madre con gestos y frases) y no entendía nada de lo que pasaba en escena, en parte porque poco había qué entender y en parte porque la producción no se lo ponía fácil.
Están ustedes avisados.
Comentarios
También es verdad que el público se lo pasaba de miedo, y atraía su complicidad cuando Lolita largaba alguna de las expresiones de su señora madre ("si me quereis, irse", p.ej.) y la carcajada más estentórea cuando se reían del maricón, decían culo, o una de las actrices gritaba y enseñaba las tetas.
¿Es necesario eso para llenar el recinto?
Supongo que de todo tiene que haber, y en Madrid es verdad que hay público para todo.