Famélica

de Juan Mayorga
Dirección: Jorge Sánchez
Con Marta Cuenca, Juanma Díaz, Xoel Fernández y Aníbal Soto
Voz en off: José Coronado

Teatro del Barrio, Madrid

Siempre desconcertante pero siempre sorprendente, siempre indirecto y complejo pero a la vez sencillo y entretenido para el espectador, siempre con varias lecturas, con varios niveles de significado. Siempre jugando con las palabras y con el propio teatro. Así es el mundo de Juan Mayorga, que no en vano es uno de los autores más representados tanto en España como fuera de sus fronteras.

Esta es una obra estrenada en el teatro Lara en 2014, y que según su propio autor que participó en un coloquio después de la función a la que asistimos, aún está en construcción, en experimentación con la compañía La Cantera, que es la que lo pone en escena. Si bien es cierto que ya debe estar bastante cerrada al estar publicado el texto, hay aspectos (las aficiones de los personajes, por ejemplo) que se pueden ir modificando y se modifican, dando nuevos matices a los mismos y dejando los temas más abiertos a la interpretación, creando más interrogantes que nos dan que pensar.

Unos personajes con nombres (apodos, descubriremos enseguida: Rosa, Enrico, Antonio, Palmiro) de líderes comunistas del siglo XX forman una cédula secreta y clandestina. Quieren recrear, volver a poner en marcha el proyecto marxista en una corporación que intuimos que es muy grande, una multinacional. Tienen sus propias contradicciones, incluido el choque con otras cédulas como la anarquista. También tienen que resolver sus diferentes orígenes, la desconfianza mutua...

Los temas son infinitos sin que la acción se disperse. La traición, la capacidad de los actores para ser realmente otra persona o no, lo íntimas que son las distracciones de cada uno, la superación de las relaciones amo/señor, la obsesión de hoy en día con la productividad... Todo ello en clave de oscura comedia, sainete no del todo negro pero con bastantes grises, en el que nos reímos bastante pero no podemos carcajear, hay un destino trágico que intuimos en los personajes.

Acorde a las altas expectativas que teníamos puestas en esta función, no podemos más que recomendarla.