El pabellón número 6
Relato de Anton Chéjov adaptado por Álex Rojo
Compañía AIDOS teatro
Reparto: Alberto Romero, Álex Rojo e Iñaki Bodegaray
Dirigido por Mariana Kmaid Levy
Teatro Victoria, Madrid
Inquietante relato de Chéjov, que no conocíamos y que nos ha causado honda impresión por su temática y por la gran labor de sus intérpretes.
Un médico trabaja en un psiquiátrico de una ciudad de provincias, lamentándose de la poca inclinación de sus habitantes a cultivar el espíritu crítico, la filosofía... La llegada de un interno que había sido maestro y que sufre de manía persecutoria hará que desarrolle una predilección por las conversaciones que mantiene con éste, más cultas y elevadas, lo que le llevará a consecuencias insospechadas. El tercer personaje es otro interno, cuyo único problema parece que es ser judío, y que al llevar mucho tiempo interno tiene libertad para entrar y salir de la celda.
Reflexión sobre muchos temas: la filosofía, la soledad, la naturaleza de la enfermedad mental, los presidios, el racismo, la política... en un texto en el que no hemos podido evitar recordar el pensamiento de Foucault sobre la locura y las prisiones, cuando explicaba que las medidas que se aplicaban a los "locos" eran más encaminadas a proteger a la sociedad que a curarles, y cómo el concepto de locura ha mutado en el tiempo: leprosos en la edad media, libertinos sexuales durante la revolución francesa... el poder establecido utilizaba, con la sanción de los médicos, el concepto de locura a su favor, para eliminar del mapa a sus disidentes.
Como decíamos al principio, grandes trabajos de todo el elenco, para un texto que al principio no resulta muy fácil pero que va interesando poco a poco y al final engancha totalmente por las ideas tratadas y por la fantástica labor de los intérpretes. La dirección tiene algunos planteamientos sorprendentes que no vamos a desvelar aquí, pero que cuadran muy bien con la adaptación (que es inadvertidamente muy buena: no se nota que no fue escrita como teatro). Lo único que nos pareció un poco forzado fue la iluminación, no sabemos si fue un problema de concepto o algún error durante la representación. Pero buena, muy buena función, la recomendamos encarecidamente.
Comentarios
Me resultó desconcertante la música del final. No entendía cómo se justificaba, de dónde salía o porqué.
Después, el final no quedaba claro. Igual necesita que se marcase mejor. Tampoco ayudaba que había una luz que se quedaba encendida de manera tenue.