Mammón
Creación y dirección: Nao Albet y Marcel Borràs
Con: Nao Albet, Marcel Borràs, Irene Escolar, Ricardo Gómez y Manel Sans
Teatros del Canal, Madrid
La historia empieza fuerte: Irene Escolar y Ricardo Gómez, los actores contratados para la versión madrileña de Mammón, nos cuentan que no lo vamos a poder ver, ya que Nao Albet y Marcel Borràs están desaparecidos. Iba a ser una actualización del mito fenicio del dios de la avaricia (o la riqueza), que incluía refugiados sirios, una performance final espectacular en las inmediaciones del teatro y la participación de Carmen Machi y Eduard Fernández. Lo que ha pasado, en resumidas cuentas, es que la parte del león de la financiación del proyecto se ha esfumado y nuestros autores-actores-directores están en Las Vegas (otro desierto), jugando el dinero que les queda para la producción (la parte de Teatros del Canal) con la esperanza de poder llevar a cabo su producción más ambiciosa.
Esto es solo el principio... Pero nos da una idea del ritmo vertiginoso de los acontecimientos. También puede ayudar a entender a mis lectores (por lo difícil que es trasladar aquí lo que representa la experiencia de ver Mammón) los cambios de registro continuo: hay teatro documental, cine, música, comedia, tragedia epopéyica, thriller...
Un quinto personaje, Dylan Bravo, un exjugador mexicano como salido de una película de Quentin Tarantino que borda Manel Sans, colabora con los protagonistas en Las Vegas. Los narradores del principio, Escolar y Gómez, van haciendo los personajes secundarios sorprediéndonos con cada nuevo cambio, a cual más maravilloso (la Chinese Girl de la primera, por ejemplo, o el Elvis traficante del segundo).
Cabe destacar también que es muy divertida y trepidante, con lo complicada que es la historia las interpretaciones nos hacen gozar cada segundo de la función, nuestras escenas favoritas han sido el trip de peyote y la timba de cartas, pero hay mucho más.
Derroche de talento de todos, con una escenografía no demasiado espectacular que, por austera, potencia más si cabe la calidad de todo lo demás.
No hace falta decirlo, han agotado entradas. A ver si tienen oportunidad de verla en otro momento, no se arrepentirán.
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