No kids
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| © Alex Brenner |
The Pleasance, Edimburgo
Nir y George, que también son pareja en la vida real según nos cuentan nada más empezar la función, nos teatralizan sus disquisiciones sobre tener un hijo o no, con preguntas sobre si está la tierra demasiado poblada ya, si lo harían por puras ganas o por ser plenamente normalizados en una sociedad procreadora o si realmente la sociedad acepta que un niño pueda tener dos padres. En realidad, se hacen las preguntas que toda pareja debería hacerse a la hora de tener un hijo y se enfrentan a las mismas dudas y miedos. La conclusión, no es spoiler, está en el título de la obra.
Porque mientras nos lo van contando, van creando situaciones, mundos, personajes o conversaciones con una maestría y un oficio tan deliciosos como fascinantes, en una obra que estaría a mitad de camino entre el teatro verbatim y el musical (en realidad para hacer algo nuevo, distinto, y esto es lo maravilloso).
Van a Birmingham en breve, por si alguien pasa por ahí y los quiere ver.
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