Sopro

Escrita y dirigida por Tiago Rodrigues
Con: Beatriz Brás, Isabel Abreu, Cristina Vidal, Romeu Costa, Sofia Dias, Vítor Roriz

Teatros del Canal, Madrid 

Exitazo de público y crítica en el festival de Avignon 2017, no ha parado de girar desde entonces.

Teatro dentro del teatro con elementos de realidad (la apuntadora que esta presente en la escena es la apuntadora real del teatro nacional Doña Maria II de Lisboa, y todas las anécdotas son verídicas), es mucho más que eso: realismo mágico al pasar la apuntadora a ser visible, recuerdos de una manera de hacer teatro que ya no existe (no solo por lo del apuntador: se habla de teatros con dueño, de compañías que tenían un repertorio de obras, de actores a sueldo de los teatros), historias que suceden en los ensayos o durante las representaciones, guardadas por el autor bajo llave y que aquí se revelan con gran cariño y veneración a ese mundo. Un disfrute, por ejemplo con aquel actor que además de olvidarse del texto estaba sordo de un oido y no podía oir a la apuntadora, o con aquella otra que decía lo que le daba la gana (no era un problema en un monólogo, pero sí cuando tenía que dar la réplica a los otros).

Los actores están magníficos, desdoblandose sin cambiar externamente, y la presencia permanente de la actriz/apuntadora Cristina Vidal lo unifica todo, hilvana todas sus costuras sin que se note, se acerca a la oreja de los intérpretes y luego se invisibiliza. 


 

El título en portugués, que significa soplo, explica muy bien la esencia de la obra. El soplo que necesitan los actores para dar vida a sus personajes, siempre estaba ahí, en esa manera antigua de hacer teatro. Maravilla de función por la que vale la pena hacer un viaje y verla, si este verano se acerca a su ciudad.