Traición
De Harold Pinter
Versión y traducción de Pablo Remón
Con Irene Arcos, Raúl Arévalo y Miki Esparbé
Notable iluminación de Paloma Parra
Notable vestuario de Sandra Espinosa
Dirigida por Israel Elejalde
Teatro Pavón Kamikaze, Madrid
Muy elegante la producción de este Pinter, considerado un clásico porque la historia es muy nítida, hasta familiar, solamente que está contada cronológicamente al revés y hay aspectos que nos quedan pendientes, que tenemos que imaginar, por ejemplo, por qué el autor escoge que no aparezcan personajes de los que se habla mucho, por qué se traza pero no se profundiza en el machismo de los personajes masculinos, lo que le pasa a ella por la cabeza... es una historia tradicional en la que la procesión va por dentro: emociones reprimidas, (auto) decepciones, motivaciones ocultas. Texto basado, para más morbo, en una aventura extraconyugal protagonizada por el mismo autor antes de escribir la obra. No es de extrañar que fuera un éxito en su momento.
Un adulterio ya finalizado se nos narra desde que empezó hasta que ya es pasado. Miki Esparbé es el mejor amigo de Raúl Arévalo, a quien pone los cuernos con su mujer, Irene Arcos. Mientras estos dos últimos personajes son arquetípicos, el Jerry interpretado por Esparbé atraviesa todas las escalas de sentimientos (esa borrachera, esa conversación de la primera escena) que hacen de éste uno de sus mejores trabajos.
La dirección es muy atinada y no solo resuelve adecuadamente todos los movimientos y gestos de los actores (incluyendo un piano en directo de Lucía Rey) sino que se arropa de un fantástico equipo (mención especial a la iluminadora y la diseñadora de vestuario).
Feliz reencuentro con el Teatro Pavón, que ha podido retomar la pieza con la que se despidió súbitamente de sus espectadores en el mes de marzo.
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