La comedia de maravillas
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| Foto: Sergio Parra |
Dirigido por Lluís Homar
Teatro de la Comedia, Madrid
Una curiosidad irrepetible, un homenaje a un autor "menor" pero que por serlo (se dedicaba a entremeses y sainetes) pudo escapar de las rígidas convenciones del siglo XVIII para crear personajes entrañables, retratar una época (gracias a quien tuvo la idea de explicárnoslo en el programa de mano y en una pequeña exposición en el vestíbulo del teatro), y sobretodo hablarnos del teatro desde dentro, en unas funciones cortas (Lluïsa Cunillé las ha cosido y Xavier Albertí ha seleccionado las músicas y adaptado el texto) que acercaban al público el mundo de la farándula por dentro y donde los interpretes hacían muchas veces de sí mismos, con personajes repetidos entre una y otra función.
Albertí y Cunillé han escogido entre más de 300 de estas obras, las que mejor describen el costumbrismo de la época, que ya podíamos llamar precursor del casticismo y sin el cual tantos autores posteriores (Jardiel Poncela...) hubieran quedado huérfanos, Los majos y las majas, las actrices exuberantes, el empresario precedente del productor siempre sufriendo... Ni que decir que la comedia es hilarante y coge enseguida tal velocidad de crucero que se nos pasa volando y nos quedamos con ganas de más. El vestuario, siempre cambiante ya que los actores y las actrices interpretan varios papeles, es delicioso y el propio elenco está en estado de gracia. No podemos decir lo mismo de la escenografía, tipo cuadrilátero, en la que varias veces los actores forzosamente ns dan la espalda. Además ya no es siquiera innovador.
Con todo, es una de las funciones del año, por lo que aporta de joie de vivre y de divulgación histórica y teatral.
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| Foto: Sergio Parra |
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