El médico de su honra
De Pedro Calderón de la Barca
Dirigido por Adolfo Marsillach (Dirección de la reposición: Roberto Alonso Cuenca).
Teatro Salón Cervantes, Alcalá de Henares.
Me cuentan que con este montaje Adolfo Marsillach consiguió alborotar y soliviantar a algunos espectadores de la antigua Compañía Española de Teatro Clásico, transformada en 1986 en la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Con una escenografía minimalista, vestuarios no de época y ausencia de decoración a la manera que se había estilado hasta entonces en el teatro del siglo de oro. La primera maravilla es que la producción sigue funcionando bien en 2021, gracias al trabajo del equipo y sin duda al respeto enorme con que el director ha abordado la tarea de revivir esta producción.
Otra maravilla, huelga decirlo, es el texto. El verso es magnífico, a la altura de la más filosófica La vida es sueño. Aún reflejando el sentir y la manera de actuar de la época respecto al tema del honor, se pone de manifiesto la terrible injusticia de esta historia en la que una mujer paga víctima más bien de un error que de un crimen.
Finalmente, los actores son de lo mejorcito del panorama teatral español: Sergio Otegui, José Manuel Seda o Verónica Ronda, que tienen los papeles protagónicos, destacan, pero la sensación de conjunto armónico y coherente sobrepasa las actuaciones individuales.
Esplendoroso arranque del Festival de Teatro Clásico de Alcalá, que tan de menos echamos el año pasado.
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