La tetraplejia del cor
Foto: Patricia Villalón Robles
Con Nacho Casares, Eduard Peña, Alberto Rojas, Stiven Senga, Marcos Zan y Santi Senso
El Umbral de Primavera, Madrid
Hacía tiempo que no asistíamos a un acto íntimo de Santi Senso. Piezas inclasificables hasta el extremo de que yo creo que constituyen un género único y nuevo en sí mismo, no sólo integran diversas disciplinas sino que no se ensayan al uso (los performers improvisan bajo una estructura dramática fija), cada representación es diferente y el público puede intervenir de diversas formas. Toda sesión acaba con un diálogo entre el público y los artistas.
Al principio parece que el personaje de Santi es un tetrapléjico, por como anda y los aparatos que lleva. Es uno de los temas recurrentes del artista cacereño, las máculas del cuerpo. Pero pronto descubriremos que esa minusvalía no es física sino emocional, del corazón (Cor).
Aquí se habla (de un modo amplio) del bullying que sufren los niños homosexuales: ¿les hace más fuertes para el futuro o los traumatiza? Los diferentes caminos que toma esa crueldad tienen muchos puntos en común, que se van encontrando e identificando.
Maravillosos actores/bailarines le acompañan en esta ocasión, que exponen sus traumas y experiencias pasadas con mucha verdad y a los que cabe agradecer inmensamente su entrega y generosidad. Su diversidad étnica, evidentemente buscada, no hace más que reflejar la universalidad de esta lacra. Creo además que el propio estilo de los actos íntimos se ha pulido, se ha perfeccionado con los años y estamos ante una obra que conmueve por su discurso y por su tremenda belleza.
Maravillosos actores/bailarines le acompañan en esta ocasión, que exponen sus traumas y experiencias pasadas con mucha verdad y a los que cabe agradecer inmensamente su entrega y generosidad. Su diversidad étnica, evidentemente buscada, no hace más que reflejar la universalidad de esta lacra. Creo además que el propio estilo de los actos íntimos se ha pulido, se ha perfeccionado con los años y estamos ante una obra que conmueve por su discurso y por su tremenda belleza.
Foto: Patricia Villalón Robles
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