Manual básico de lengua de signos para romper corazones

Escrita y dirigida por Roberto Pérez Toledo

Con Aarón Caldas, Enrique Cervantes, María José López y Carlos Soroa

Centro Dramático Nacional, Teatro María Guerrero.

Imposible no empezar esta reseña sin rendir un sentido homenaje al autor, Roberto Pérez Toledo, fallecido estos mismos días mientras se representaba su último trabajo. También conocido por su sobrenombre de internet, mividarueda, sus cortos (películas que no lograban financiación y quería hacer de todas maneras, en realidad) son maravillosos y tienen una sensibilidad como pocas. Con actores habituales y ocasionales pero siempre muy buenos, siempre nos tocaba la fibra. También hizo largos y algún spot comercial. Esta fue su primera y última aportación al teatro. Que descanse en paz.

Lucho y Jaime, sordo y oyente respectivamente, empiezan una relación que parece complicada. Pero no será esa la diferencia la que precipite el conflicto. Completan y complementan la historia Pote, el compañero de piso hetero de Jaime y Juana, hermana de Lucho. 

Todos los intérpretes están estupendos. La historia es la continuación de Sí a todo, uno de sus cortos, y mantiene su tono sensible, algo moñas por usar las palabras de los personajes. Es una ternura que compramos desde el principio de la historia porque los personajes son tan reconocibles y están tan bien interpretados, como ya decíamos, que disfrutamos de sus momentos felices y sufrimos cuando toca sufrir. En otras palabras, son todos ellos achuchables. La escenografía es notable, de Alessio Meloni.

 Han prorrogado un par de días, de modo que no hay excusa para no verla.