El Golem
Con Elena González, Elías González y Vicky Luengo
Dirigida por Alfredo Sanzol.
Todos los artistas, incluso los más reconocidos y queridos por el publico, tienen trabajos fallidos. Véase Almodóvar, por ejemplo. Forma parte de su aprendizaje y de su intento de hacer cosas nuevas.
Sin ánimo de rasgar las vestiduras de nadie, aquí la decepción es mayúscula, ya que el fracaso es por partida doble, de autor y director. Mayorga ha escrito un tratado filosófico digno, por lo menos, de un comentario de texto o un paper en una universidad, pero muy difícil de representar sin aburrir al público. Y el genio creativo de Sanzol no ha podido, o no ha querido, hacer nada para trasladar este artefacto a los escenarios. Cuentan en el programa de mano que se admiran mucho el uno al otro, quizá se han ensimismado tanto que han hecho lo que les ha dado la gana prescindiendo de sus audiencias.
Con ecos de pandemia, el gobierno va a suprimir la gratuidad de la mayoria de los servicios sanitarios, pero el marido de Felicia (Vicky Luengo) va a poder seguir recibiendo su tratamiento si ella memoriza un texto. A partir de entonces las palabras irán modelando su pensamiento, sus sentimientos, su visión del mundo... La actriz, que está presente en todo momento en escena, también parece que memorice el texto sin sentirlo, y es que es muy difícil ir recitando pensamientos intensos todo el rato sin apenas recursos teatrales aportados de dirección. Su marido y la representante del hospital ya ni se aguantan como personajes, podrían estar ausentes y la historia sería básicamente la misma.
Si tienen entradas, regálenselas a alguien.
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