La voluntad de creer

 

Escrita y dirigida por Pablo Messiez

Con Marina Fantini, Carlota Gaviño, Rebeca Hernando, José Juan Rodríguez, Íñigo Rodríguez-Claro y Mikele Urroz

Matadero, Madrid

Vaya mi opinión por delante, creo que esta es la mejor obra de Pablo Messiez hasta ahora y seguramente uno de las más importantes de esta temporada.

Con una referencia en pequeña pantalla, Ordet de Carl Theodor Dreyer, que ganó el Leon de Oro en la Mostra de Venezia en 1955 y se considera una joya del cine europeo. Messiez nos muestra una familia en la que el hermano menor está convencido de que es Jesús de Nazaret. Las otra hermanas, una impedida, otra poeta dipsómana y la tercera que llega con su mujer para dar a luz a la hija de ambas, no le creerán hasta que tengan la voluntad de hacerlo.

Por supuesto hay mucho, mucho más. Esta lleno de pensamientos acertados que los personajes verbalizan como si nada: "Deberíamos hablar como mentimos. Deliberadamente y pensando lo que estamos diciendo". Los actores son brillantes y cada cual tiene su gran momento, no porque director haya querido repartir, sino porque sus personajes son todos ellos grandes. Hay que mencionar a José Juan Rodriguez, al que hace mucho tiempo que admiramos y que aquí tiene un papel desbordante, pletórico, con el que muchos actores soñarían y del que él extrae todos los matices posibles.

Hay también un juego constante con el público, desde la rotura de la cuarta pared para dirigírsele directamente hasta hacerle partícipe de la construcción de la escenografía o dejar ver los cambios de personaje o de vestuario cuando los hay. El mejor momento de esto que estoy hablando, a mi juicio, se produce hacía el final de la obra, cuando público y personajes comparten la voluntad de creer en lo mismo.

Embriagadora, maravillosa, mágica.