La madre de Frankenstein




De Almudena Grandes. Adaptación: Ana María Ricart Codina.

Con Blanca Portillo, Pablo Derqui, Jordi Collet, Macarena Sanz, Ferran Carvajal, José Troncoso, Belén Ponce de León, David Fernández “Fabu”, Gabriela Flores.

Dirección: Carme Portaceli

Teatro María Guerrero, Madrid.

Maravillosa adaptación, que me atrevería a decir que es de las mejores que he visto de una novela, de la historia de Almudena Grandes, que sólo una maestra como Carme Portaceli podría hacer. 

Se ha comentado mucho que la duración de casi cuatro horas no es óbice para que la función pase volando. ¿Cómo se consigue? A mi modo de ver son claves los diferentes registros dentro del teatro narrativo, representativo o como se le quiera llamar. Uno más extremo de Blanca Portillo (sus brazos tocando el piano) y otro mucho más íntimo, más contenido, de Pablo Derqui. Diferentes momentos de la acción tocan otros estilos narrativos también (el baile de disfraces). 


Por otro lado está la maravilla del método narrativo de Almudena Grandes, mezclando personajes reales con otros que forzosamente debieron existir pero que la historia oficial no contó. El siniestro psiquiatra Vallejo-Nájera opuesto al ficticio doctor Germán Velázquez. La auténtica parricida Aurora Rodriguez frente a la imaginada cuidadora Maria. Y una constante opresión, un manicomio que es una metáfora de la España de ese tiempo, donde los pecados son delitos.

La escenografía es sencilla, pero es que los actores y la historia son tan intensas que no se necesita más. Ferran Carvajal, José Troncoso, Belén Ponce de León, David Fernández “Fabu” y Gabriela Flores hacen varios papeles y los demás se dedican en exclusiva a sus personajes principales. Son todos un portento de actores.



 
Este espectáculo es sin duda un plato fuerte que se va a ver en más sitios. Próxima parada el TNC de Barcelona.

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