En mitad de tanto fuego
de Alberto Conejero
con Rubèn de Eguía
Dirigida por Xavier Albertí
Teatros del Canal, Madrid
Se han conjugado para este trabajo tres creadores que están en el mejor momento de su carrera: Alberto Conejero, en el texto suyo que más me ha gustado, Xavier Albertí, con una dirección ultraminimalista para destacar a los otros dos implicados ("el texto es la partitura y Rubèn el instrumento", dijo), y Rubèn de Eguía, al que ya conocemos sobradamente y que aquí también lleva a cabo una de sus mejores interpretaciones.
Patroclo, el amante de Aquiles, recuerda la guerra de Troya pero sobretodo su pasión, poco romántica y muy carnal, con su amante. Queda clara la naturaleza de su relación con palabras bellísimas que no dan lugar a interpretaciones hollywoodienses o versiones domesticadas para el heteropatriarcado. Es maravilloso como se describe esa emoción y -dice Patroclo a través de Conejero- si algún día abren su tumba, la encontrarán humeante de deseo.
Rubén de Eguía está muy cerca del público cuando escribe esta relación, lo más importante de la función, y se aleja cuando habla de la guerra en general, como siega vidas y alaba a las personas que se han sacrificado para evitar muertes ajenas. Al fondo el contexto, en primera plana la historia personal. El texto es tan bueno que a veces se pronuncia despacio, arrastrando las palabras para que las degustemos como es debido, sin que eso chirríe en ningún momento, más bien lo agradecemos.
Una primorosa función, con todavía una merecidamente larga vida por delante: en breve se va a Argentina, Chile y Mexico.
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