Cruel Britannia: After Frankenstein
Producida por Ben Anderson Presents
Revisitación de la historia de Frankenstein: esta vez en los 80 de Margaret Thatcher y con un personaje, Frank, que pasa a ser Ruby. El entorno hostil hacia la transexualidad recuerda a la hostilidad con la que vivió la criatura que creó Victor Frankenstein.
Muy intensito para el tipo de espectáculo que uno espera ver en el Fringe, con fallos de escritura (ni una sola concesión al humor, casi todo climax sin momentos de descanso), y un actor, decimos aquí que es hombre transexual porque lo pone en la información de la obra, que se toma muy en serio a si mismo también. A sí mismo, no a su(s) personaje(s).
Hay gente entre el público, muy educada, que lo sufre en silencio, pero la disposición del escenario hace que yo vea sus infortunadas caras. También, viendo las críticas que se hacen en la página del Fringe, hay gente a quien le gusta, tiene que haber de todo.
Pero mi opinión, creo, ha quedado clara.
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