Hamlet

de William Shakespeare

Teatrul Naţional Marin Sorescu in Craiova (Rumanía) / Cheek By Jowl

Con Vlad Udrescu – Hamlet
Ramona Drăgulescu – Gertrude
Claudiu Mihail – Claudius
Theodora Bălan – Ophelia
Raluca Păun – Polonius
Alex Stoicescu – Laertes
Valer Dellakeza – fantasma
Cătălin Vieru – Rosencrantz
Darko Huruială – Guildenstern
Marian Politic, Angel Rababoc, Costinela Ungureanu – actores
Mircea Mogoșeanu, Mihnea Presura – guardias

Dirección: Declan Donnellan

Teatros del Canal, Madrid

Se produjo el fin de semana pasado otra vez la conjunción cósmica de una de las mejores compañías teatrales del mundo con el que quizá es también el mejor director del mundo, en Madrid. Esta vez con un Hamlet, del autor con el que empezó Declan Donnellan.

Todo es maravilloso y fluye como nunca en esta producción: el recorte (pero nunca cambio) hasta las dos horas, se basa en la supresión de secundarios y de Horacio, que según el director no es necesario aquí porque el público está tan cerca de los personajes que no hace falta el rol de amigo-confesor. ¡Y es verdad!

La escenografía no puede ser más minimalista, con una pasarela/alfombra blanca que recorre todo el escenario y las gradas a dos bandas. Y sillas, con una función dramática que se desvela al final. ¡Qué uso del subtexto! Hamlet abraza al espectro de su padre al aparecérsele, emocionado por volverle a ver. La locura fingida del príncipe de Dinamarca también se representa de un modo inesperado y supercontemporáneo. Aunque todos los actores son unos fuera de serie, cabe destacar a Vlad Udrescu, el Hamlet, y un ser espectacular que el año pasado encarnaba a Edipo y aquí a Claudio, Claudiu Mihail.

Ojalá vuelvan