Batallando: la vida es sueño
De Somos Nadie Compañía y Calderón de la Barca
Con Olivia Cortés, Marco Vittorio Ecclesia, Mario Saura, Javier Arribas, un Segismundo y un Basilio distintos cada día. Visto con Héctor Ruiz (Segismundo) y Gonzalo Lasso (Basilio)
Dirigido por Luis Fernández Ruz
Con Olivia Cortés, Marco Vittorio Ecclesia, Mario Saura, Javier Arribas, un Segismundo y un Basilio distintos cada día. Visto con Héctor Ruiz (Segismundo) y Gonzalo Lasso (Basilio)
Dirigido por Luis Fernández Ruz
Somos Nadie Compañía
El Umbral de Primavera
Segunda función del ciclo Abril Imaginario de este año, que viene potente. A Somos Nadie Compañía ya la conocíamos de sus anteriores trabajos, y creo que aquí hacen un trabajo redondo, en el que no sobra ni falta nada, confirmando todo lo que intuíamos las otras veces que los habíamos visto: que están destinados a prevalecer muchos años gracias a su arduo trabajo y su voluntad innovadora: los tres montajes que he visto son diferentes entre sí y sólo tienen en común el equipo creativo.
La vida es sueño se presenta aquí como una batalla de gallos entre Segismundo y Basilio (creo que tuve suerte de poder ver a los increíbles Hector Ruiz y Gonzalo Lasso, hay que retener esos nombres) uniendo el verso del siglo de oro con el rap más contemporáneo. Hasta donde yo sé esto se había hecho una vez, aquí, pero es que en esta Vida es sueño se mezclan realmente ambos estilos, consiguiendo un efecto mágico y sublime que aún a estas horas me está flipando.
Como es de esperar, hay mucha participación del público, que disfruta de lo lindo, y dos conductores, que nos resumen magníficamente lo que no podemos ver del original. Son Marco Vittorio Ecclesia y Javier Arribas, también estupendos. En seguida el público pasará a formar parte de su team favorito y animará y cantará con ellos. No quiero dejarme a Olivia Cortés, una Rosaura muy poderosa ni a Mario Saura, con grandes dotes musicales y actorales.
Yo creo que van a prorrogar, pero por si acaso no dejen de ir a verlo en las dos funciones que le quedan. El goce está asegurado.
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